¿Sabías que parte del valor de un diamante está determinado por el color?
Si no quieres malgastar tu dinero y te confunden las distintas opciones del mercado, esta guía de compra aclarará tus dudas.
Hoy, explicamos a detalle cómo funciona la tabla de color de los diamantes. Y, además, ofrecemos algunas recomendaciones para que a la hora de comprar la joya ideal tengas muy clara la decisión.
Recomendaciones generales
¿Por qué no pagar más dinero por un diamante de color?
Si comparamos un diamante de la marca Blue Nile con uno de color G, te aseguro que ambos se verán idénticos en lo que al color se refiere.
Por lo tanto, considero, que no es necesario abonar más dinero por una piedra de color. Al final, tendrás una calidad visual similar ahorrando incluso un 18 % del coste.
El truco es asegurarse de que el diamante se vea blanco en relación al engaste.
Por ejemplo, tenemos un diamante de corte ovalado y color K engarzado en oro amarillo. Y, por otra parte, tenemos un diamante con color J engarzado en oro rosa.
Normalmente, un color J o K podría llegar a tener un tono amarillento. Sin embargo, como se contrasta con algo más oscuro (el oro amarillo o rosa), acaba resultando claro y vibrante.
¿Qué es el color de un diamante?
El color de los diamantes hace referencia a cuán clara o amarilla es la piedra.
Los diamantes de mayor calidad son totalmente incoloros, mientras que, los de menor calidad pueden tener un tono ligeramente amarillento.
El color de un diamante se mide usando la escala del Instituto Gemológico de América, también conocido como GIA.
Ellos organizan el color de los diamantes partiendo desde la D (incoloro) hasta la Z (color amarillo claro o marrón).
Cuando vas a comprar un diamante, el color es un aspecto que no puedes pasar por alto. Ten en cuenta que el precio de la piedra varía según sus características.
Por lo tanto, elegir el color adecuado a necesidades específicas te ayuda a ahorrar dinero sin afectar el resultado final.
Los diamantes de colores distintivos como azul, rosa o amarillo, son piezas muy apreciadas.
Sin embargo, los diamantes blancos que muestran un tinte, aunque sea ligeramente amarillo, no son símbolo de buena calidad. Esta condición, finalmente es un punto de descarte a la hora de comprar.
La tonalidad amarillenta hace que la luz natural, reflejada en el interior de la piedra, se pierda. Por lo tanto, el brillo es menos visible.
No obstante, cuanto más incoloro es un diamante, más radiante, valioso y raro es.
¿Qué debes saber acerca del color de los diamantes?
Antes de mirar a fondo los detalles que caracterizan al color de los diamantes, debo aclarar algunos puntos importantes:
Primero, no necesitas ser un experto en el color de los diamantes para elegir una buena pieza.
Es esencial conocer el tipo de producto que estás adquiriendo. Y para ello, debes informarte o buscar asesoramiento profesional.
En segundo lugar, la diferencia existente entre los grados de color es muy pequeña. De hecho, la mayoría son imposibles de percibir a simple vista.
Sin embargo, la diferencia entre un grado de color y otro, separado por tres o cuatro categorías, es fácil de notar.
Por ejemplo, entre un diamante con color G y un diamante con color K, la diferencia es fácil de notar. Sobre todo cuando se tiene uno al lado del otro, bajo una fuente de luz y un lente de aumento.
Lo tercero, es que no hay necesidad de elegir el mejor grado de color.
Si no dispones de un presupuesto enorme y tampoco eres un absoluto perfeccionista, comprar un diamante D, es innecesario. Una pieza G, H o incluso I que esté bien tratada y cortada se verá igual de despampanante que uno de categoría superior.
El cuarto punto, hace referencia a la forma del diamante y el tipo de metal que eliges para el engaste. Ambas características repercuten directamente en que se vea mejor (o peor) el grado de color.
Por ejemplo, el corte de un diamante redondo es genial para mitigar su color, mientras que el corte al estilo esmeralda no lo es.
De modo que, conviene elegir cuidadosamente el grado de color para que este sea apropiado a su forma.
Cuando se trata de metales, algunos pueden llegar a ocultar el tono amarillo de un diamante. A diferencia del oro blanco o el platino; los engastes de oro rosa o el amarillo, son los más apropiados para este caso.
Por último, al igual que la calidad del corte o el peso en quilates, el color es parte esencial del precio de un diamante. Si equilibras el color junto con las otras 3C, obtendrás una mejor relación calidad-precio al momento de comprar la joya.
Ahora veamos la tabla de color de los diamantes Según GIA. Aprende cómo aplicarla al momento de comprar un diamante.
Tabla de color de los diamantes
El Instituto Gemológico de América (GIA) es una reconocida y respetada entidad dedicada a la clasificación de diamantes.
Además, esta organización internacional emite informes para evaluar y valorar la calidad de los diamantes de manera imparcial.
Por lo tanto, si estás interesado en alguna pieza recomendamos buscar un certificado GIA para evaluar el diamante antes de comprar. De esta manera, puedes contar con la información de una fuente oficial.
GIA califica el color de los diamantes de acuerdo a la siguiente escala:
Grado de color del diamante | Descripción |
---|---|
D | Considerado como el grado de color más alto de la escala. Los diamantes D son incoloros a simple vista y también, son los diamantes más raros y caros del mundo. Estas piezas extraordinarias suelen estar engarzadas en oro blanco o de platino. De hecho, entre ellos puede notarse una gran diferencia de precios. |
E | Los diamantes de color E son casi idénticos a los de color D. La mayoría de las veces, solo los gemólogos pueden notar la diferencia. También, suelen presentarse con engarzados en platino u oro blanco. Esto evita que el color de la joya pierda la perfección casi total de su tono. Aunque estos diamantes son más baratos que los de color D, aun así, tienen un precio bastante elevado. |
F | El diamante F tampoco tiene ningún color. Por lo tanto, es muy similar a los de la categoría D y E. Incluso, cuando es observado bajo aumento o situado al lado de otro diamante de categoría superior, este se verá casi idéntico. Solo un gemólogo experimentado podrá diferenciarlo. |
G | El color de los diamantes G es apenas dominante, y a simple vista parece incoloro. El grado G dentro de la escala GIA, es el rango más elevado de las piedras que son casi incoloras. Aunque estos diamantes tienen algunos matices de color, son casi imposibles de detectar a simple vista. Estas piedras deben ser engastadas en platino u oro blanco con el fin de reducir cualquier efecto de reflexión. Algo que sucedería con el oro amarillo o rosa. |
H | Otros diamantes que parecen incoloros a simple vista, son los de grado H. Tienen un leve tono amarillo que a menudo es visible cuando se mira con una lupa de joyería. Además, deben ser evaluados con una luz fuerte. La diferencia es visible solo cuando se sitúa la piedra al lado de una de mayor grado. Al igual que los diamantes G, las piedras de categoría H pueden ser engastadas en platino u oro blanco sin problema. Los diamantes de color H son ligeramente más baratos que los de categoría G. Y, por supuesto, más asequibles que los diamantes incoloros de gamas superiores. Este es el grado de color mínimo recomendado para aquellas formas de diamante que tienen una tabla grande. Igualmente funciona para los cortes de tipo radiante y de cojín. |
I | Los diamantes de color I, obviamente, resultan mucho más económicos que los de gamas superiores. Tienen un ligero tono amarillo y, normalmente es visible solo cuando se comparan con otros diamantes de mayor color. Un diamante de categoría I, redondo y con talla brillante puede verse fantástico en un marco de platino u oro blanco. También, junto puede combinarse bien con el oro amarillo o rosa. Este es el grado de color mínimo recomendado para los diamantes que presentan un corte de tipo princesa. |
J | Los diamantes grado J son incoloros a simple vista. Presentan un ligero tono dominante amarillo que puede notarse solo bajo luces brillantes, y con lentes de aumento. En piezas con tabla grande, el color puede hacerse visible dependiendo de las condiciones de luz. La categoría de color J se recomienda para diamantes redondos de corte brillante engastados en platino u oro blanco. Esta talla es excelente para poder disimular el tono de color. Sin embargo, no se recomienda para piedras de tabla grande y pocas facetas. |
K | El color de los diamantes de categoría K es clasificado como «tinte tenue» o «ligero» según la GIA. Estas piedras tienen un tono dominante amarillo perfectamente visible a simple vista. Pueden ser encontrados por un valor mucho menor que aquellos que forman parte de las gamas que van de la G a la J. Engastado en un marco de oro amarillo, un diamante con corte redondo y con color K se verá como una joya magnífica. Sin embargo, no es recomendable usar piezas que tienen este grado de color en engastes de platino u oro blanco. |
L | Los diamantes de color L tienen un tinte amarillo, que es visible a simple vista en condiciones normales de luz. Los diamantes de esta categoría son mucho más baratos que los de las gamas G o J. Por lo tanto, tienen una muy buena relación calidad-precio. Debido a que las piezas de este grado de color son de tonalidad amarilla, no se recomienda para formas de diamantes distintas a las redondas. Tampoco conviene engastar esta piedra en platino u oro blanco. Sin embargo, los diamantes L mejoran su brillo en anillos solitarios de oro clásico debido al tono cálido y amarillento del metal. |
M | Los diamantes M tienen un definido tono amarillo, puede observarse a simple vista y en cualquier condición de luz. Al igual que sucede con los diamantes con categorías K y L, las piedras de color M ofrecen una fantástica relación calidad-precio. Sobre todo si se comparan con los diamantes casi incoloros o sin color. El grado de color M es la categoría de color más baja que comúnmente encuentras en tiendas por Internet. Pueden parecer cálidos y hermosos cuando se presentan en un marco de oro amarillo. Sin embargo, su color es bastante fácil de notar, incluso observándose a simple vista. |
N-R | Los diamantes N – R tienden a verse amarillos. Incluso puede llegar a tener un marrón muy notable. El precio de estos diamantes es más económico que otros que puedan estar ligeramente tintados. Y por supuesto, más baratos que aquellos que son casi incoloros. A la hora de adquirir este tipo de pieza, tienes que saber muy bien lo que estás comprando. |
S y Z | Los diamantes que van de la gama S hasta la Z tienen un color amarillo o marrón muy perceptible. Los diamantes que se utilizan para crear anillos de compromiso tienden a ser de una variedad casi incolora. Aunque puedes encontrar piezas que contienen pequeños matices de amarillo o marrón, no debes confundirlos con los de esta categoría. |
¿Cual es el mejor color para un diamante?
La realidad es que si buscas el mejor color de los diamantes, el grado D es la perfección en sí. En esta categoría consigues la mayor calidad que un diamante puede recibir.
Por ejemplo, tenemos un diamante de James Allen de 1 quilate, claridad VS2, excelente corte, y categoría de color D. No hay duda de que su color es fantástico, pero cuesta 6.000 dólares.
Ahora, valoremos otra opción.
Se trata de un diamante de color H que es casi idéntico al anterior, tanto en peso, claridad y calidad de su corte.
Aunque los más expertos pueden notar una ligera diferencia de color entre ambos cuando se miran con una lupa de joyería, la diferencia de color es casi imperceptible a simple vista.
Además, si elegimos un engaste de oro amarillo o rosa, hay muchas probabilidades de que el color del engaste dé, a ambos diamantes, una apariencia prácticamente idéntica.
La diferencia de precio existente entre estos dos diamantes es nada menos que de 1.080 dólares. Dinero que podríamos invertir en adquirir una pieza de más quilates, por ejemplo.
La mejor opción será aquella que se ajuste a tus gustos y preferencias personales.
Diamantes: Guía de color según la forma
Cuando se está llevando a cabo la compra de diamantes, es importante prestar mucha atención a la coloración.
Además de la clasificación de color según la GIA, también puedes asegurarte de revisar el diamante con tus propios ojos. Una fotografía de alta resolución puede ser muy útil o en su defecto, pedir ayuda a un experto.
La opinión de un profesional permite tener una mejor idea más acertada de cuál es el valor real de la piedra.
A la hora de examinar un diamante, debes buscar cualquier tinte que sea notable. Igualmente, fíjate la interacción de la piedra con la luz blanca y el reflejo de la luz de color.
Lo más importante es estar seguro de que el diamante se vea blanco en relación con la pieza de joyería que lo acompaña. Puede tratarse de un anillo, algunos pendientes, un colgante, etcétera.
El diamante debe resaltar como la pieza principal, focal y brillante. Después de todo, es la parte más llamativa de cualquier joya.
Basados en los diversos tipos de engaste, te presento a continuación algunas recomendaciones para el color del diamante, según la forma de su corte.
Anillo Solitario de Oro Blanco / Platino
Corte redondo: Categoría de la H a la J. Si eliges un grado más alto que el H, estarás pagando por una característica que no podrás notar o apreciar a simple vista.
Corte Princesa, Esmeralda o Asscher: Grados G-I.
En el caso de las demás formas de diamantes: Grados entre F-H.
Anillos de oro amarillo
Para corte redondo: Grados K-M.
El color amarillo del oro se absorbe por el color del diamante, de manera que, cualquier grado que sea superior a K se verá ligeramente amarillento de todos modos.
Corte Princesa, Esmeralda, Ascher: Grados entre J-K.
Para el resto de formas: Grados I-J.
Anillos con piedra lateral/Halo
Corte Redondo, Princesa, Esmeralda y Ascher: Grados entre G-I.
Todas las demás formas de piedras: Grados F-H.
Todas las formas de diamantes para Halo: Grados entre F y H.
Lo que nuestros ojos perciben en las 4c de un diamante
Las 4C de un diamante son: corte, color, claridad y peso en quilates.
Estas cuatro características se combinan para determinar la belleza y brillo de la pieza.
Por esta razón, el ojo humano se enfrenta a todo un reto cuando tiene que diferenciar entre el color o la claridad.
Por lo tanto, en lugar de centrarse en solo un elemento, como por ejemplo el color, es mejor juzgar la belleza de un diamante viéndolo en su conjunto.
En ese caso, ¿cuáles son los diferentes escenarios que pueden llegar a enmascarar el verdadero color de un diamante?
El tipo de ajuste que elijamos puede enmascarar o realzar el color de la pieza. Por ejemplo, existen anillos de compromiso de oro blanco o platino capaces de enmascarar un poco el color del diamante.
Así, según el tipo de diamante que tengas entre manos, debes elegir cuidadosamente el tipo de joya al que lo engarzas.
Partiendo de este ejemplo, puede observarse como son de ligeras las variaciones entre las categorías de color D y J en un diamante Round Brilliant.
Especialmente en el caso de los redondos, pero también aplicable para otras formas, el color es una característica muy relativa.
En otras palabras, un diamante de color I sólo se parece a un color I cuando se coloca junto a un diamante de mayor color con el fin de comparar.
De hecho, la comparación directa entre dos diamantes es la forma utilizada por los expertos gemólogos cuando califican el color.
Estos colocan el diamante a calificar sobre una tarjeta blanca que actuará de fondo neutro y un diamante maestro con el que compararán, para determinar el color.
Combinando la parte central del diamante con sus laterales
Algo que resulta complicado incluso para los más expertos en diamantes es evaluar su color. Sobre todo, si se está observando la piedra a simple vista.
A menos que llevemos siempre encima un juego de muestras de color de la GIA para comparar constantemente, el color es algo que tampoco nos tiene que obsesionar.
Sin embargo, el grado de color se vuelve relevante cuando compramos un anillo de compromiso con diamantes laterales; o un anillo de tres piedras.
Es recomendable que los diamantes laterales (piedras de acento) coincidan con el grado de color de la piedra central. Como mucho, que sean un poco más oscuros para acentuar el grado de color más alto de la piedra central.
En caso de que estés interesado en comprar un anillo de compromiso clásico, de tipo «solitario», conviene usar el presupuesto en otras áreas que no sean el color.
De esta manera, evitas gastar demasiado dinero en una característica que en la gran mayoría de casos pasará desapercibida.
¿Qué color de diamante debería comprar?
La búsqueda del diamante ideal es prácticamente una misión imposible. Por lo tanto, se debe dar preferencia a aquellos aspectos de la piedra que mejor se ajusten a lo que estás buscando.
Por ello, y con tal de usar el presupuesto de manera óptima, debes encontrar los elementos más influyentes en la belleza y brillo del diamante.
En general, el color no es el factor más importante en un diamante. Por este motivo, es recomendable que primero elijas la forma de la piedra y luego te asegures de encontrar la mejor calidad en el corte.
La talla del diamante es la que más afecta al brillo de la piedra una vez que está engastado en un anillo. Con esta información en mente, podrás elegir el color correcto.